LOS SEÑORES

Míralos, ahí están,
otra vez ellos, los señores.
Que cómicos, con sus caras largas y tristes
y parecen flotar sobre campos de orquídeas
destrozadas, descompuestas y ediondas.
Míralos, son los neoyanaconas,
remodelados y grises,
desgenerados y viles engendros
del poder acumulado.
Miralos, por favor:
Tienen finos trajes azules.
Tienen caras duras y cuerpo deformes.
Tienen cejas de bicera.
Tienen ojos de lince a la hora de la cena.
Tienen algo muy negro entre ceja y ceja.
Tienen manchas rojas en la cara.
Tienen sangre reseca entre las uñas.
Tienen culpas en la luna.
Tienen mil fantasmas acechando a su espalda.
Tienen quince millones de perros
procurándoles putas, vicios y silencio.
Tienen bienes raíces, seguros y feudos.
Tienen el mejor lugar comprado
justo en medio del mismísimo infierno.